Un prólogo jodido…(sobre cosas que pasan)

-“Hacés reflexiones medio jodidas en el prólogo”

Me lo dijo un amigo crítico, al que mostré el borrador. Buscá que te lo haga alguien que sepa…
Pero ante la insignificancia de “Chaverías”, si no lo hago yo mismo… ¿Quién carajo me va a prologar el mamotreto?

La historia la escriben los vencedores.
¿Será el caso de “La Vencedora”, Juan Elicagaray, campos, haciendas, cereales, comisiones, ramos generales? (Apoderado: Domingo Carricart, padre de la patria chica).
Sólo Jenofonte, en su ”anabasis La retirada de los diez mil”, relató la derrota de los mercenarios griegos en la Persia antigua.
Generalmente predomina la versión de los ganadores, o sus escribas obsecuentes.
Los vencidos y perdedores no tienen historia. ¡Ni eso! Tal vez sea mejor.
Vista así, la historia es la herramienta de las clases dominantes, “regímenes”, “establisment”, religiones dogmáticas, verdades económicas absolutas, medios difusores monopólicos, academias autoconsagradas.
Para el discurso único, lo discrepante es herejía o blasfemia.
La unilateralidad  maniquea nunca emplea la “Y” conjuntiva, sino la “O” excluyente, huérfana de alternativas, y de ahí surgen:

Civilización ó barbarie
Sarmiento educador ó Facundo bárbaro
Rivadavia estadista ó caudillos retrógrados
libertad de comercio ó desarrollo autónomo atrasado
blancos cristianos ó indios infieles
porteños cultos ó gauchos brutos
propietarios hacendados ó peones “vagos y mal entretenidos”
Represores “guardianes del orden ó Gringos sindicalistas agitadores profesionales
Censores guardianes de la moral ó Artista de libre expresión, Payador perseguido
Tradición – Orden y Patria ó “Sinarquía apátrida”
Enseñanza religiosa obligatoria ó Ley Laynez, Reforma Universitaria, Laicismo
Voto Calificado. Fraude Patriótico ó Ley Sáenz Peña: Almacén “El voto libre”
Feminismo/machismo ó “Compañeras y compañeros- Voto femenino
Gallinas ó  Bosteros

Al surgir de la Prehistoria, con la aparición de los documentos escritos, la Historia sería un sub producto de la invención de la escritura.
Los pueblos ágrafos no tienen así, más historia que las menciones que hagan de ellos los que saben escribir.
De igual modo, las masas analfabetas no tienen más historia que la que les imponga “la clase ilustrada”. Haciendo prevalecer ésta, su mundi-visión e intereses, “lógicamente”.
Pero he aquí, que mágicamente el pueblo (entendido como “el común” de los habitantes) irá formando su propia memoria.
No oficial, no consagrada, murmurando sus ¡Y sin embargo se mueve!, sus evangelios apócrifos, sus tradiciones orales, leyendas, proverbios, poemas y héroes míticos.
Así tendrá, en Argentina:
Un “Tambor de Tacuarí”, unas “Niñas de Ayohuma”, un “Grumete de la Sarandí”, para evocar los niños combatientes de la Independencia.
Un “Negro Falucho”, de fidelidad patria, contra la discriminación afro.
Y para la Ameríndia, unas “Anahí”, la de voz más dulce que el “agüaí” y un Ceferino Namuncurá, “Lirio de las Pampas”, contradiciendo el euro-adjudicado salvajismo.
Forjará un “Gaucho Rivero”, para la soberanía de Malvinas. Y “Gauchitos Gil”, “Moreiras” y “Fierros”, cautivas redimidas de pies descarnados y “Difuntas Correas” para la injusticia mandona.
Por boca del poeta creará, ante los “daños colaterales” de la “Guerra de la Triple Infamia”… una “Nenia”, cantando en guaraní “llora, llora, Urutaú”, y un inválido de guerra, pintando con su único brazo, los cuadros “Naif” de la tragedia.
Surgirán “Santos Vegas”, y “Gabinos”, “Magaldis” y “Gardeles”, “Toritos de Mataderos”, y “Gaticas”, Leguizamos y Discepolines, Maradonas y Molinas Campos, para la canción, el deporte, la pintura, populares. Y hasta “Bairoletos” y “Mate-Cocidos”, para bandoleros románticos…
Y en salto cualitativo, este pueblo parirá Evitas y Ches, para la utopía revolucionaria.
… Y renacerá de la dictadura genocida de futuros, en rondas de pañuelos blancos, porque ¡Éstas son sus herramientas!
Cuando cansado “hizo tronar el escarmiento” y rodaron ídolos de pies de barro y famas mal habidas, quedando en claro que reverenciadas glorias, sólo habían sido tesoros vacíos o rellenos de infamia. Y ante la debacle del “que se vayan todos” y el “default-corralito”, del Fondo Monetario, hubo de gestar ¿por qué no? un “Pingüino Patagónico” para pasar del infierno al purgatorio.
Porque ya lo dijo Eduardo Galeano:
“Por mucho que la mientan, por mucho que la rompan, por mucho que la quemen, la historia humana se niega a callarse la boca”.
Aunque lo pretenda un fastidiado Rey de España.

Cuadro de Cándido Lopez, "El Manco de Curupaytí"

Cuadro de Cándido Lopez, "El Manco de Curupaytí"

Osvaldo Furlani

Octubre  2012