Coplas De Tiempo Y Huella
Del balance de la vida
en la cuenta del ayer
tengo anotadas las coplas
en la hoja del haber.
No hay que buscar a las coplas
hace mucho lo aprendí
cuando quieren que las cante
ellas me buscan a mí.
Me lo enseñó una baguala
allá por el Tucumán,
una noche en Aguilares
nunca la supe olvidar.
Entre acequias y zanjones
recuerdo aquella otra vez
me regaló Hilario Cuadros
una cueca en Guaymallén.
Coplas del Chaco y Misiones
Corrientes y el Paraguay
¡Por dormir con la guarania
me despertó el sapucay!
Ese negro, viejo y ciego
era toda obscuridad.
¡Pero el que más alumbraba
en poniendose a cantar!
Las viejas coplas porteñas
del “Tiempo e’ Rosas” tal vez
solía pasar el platillo
en el Parque Japonés.
Y aquel soldado, Pacheco
en el cuartel del Tandil
¡Eran coplas las mudanzas
de su malambo cerril!
Guitarras de los Freydias
adonde estaba el nidal
de las más viejas milongas
de mi Chaves ancestral.
Yo le pido a la “Pelada”
cuando me venga a buscar…
las coplas que he cosechado
¡Que me las deje llevar!
Osvaldo Furlani