Un antiguo trovero local:
Don Eusebio Freidiaz
Entre los primeros bardos y trovadores que contó nuestro distrito, aún antes de su autonomía, se destaca por su magnitud Don Eusebio Freidíaz auténtico vate popular y payador.
Representa el enlace y la continuidad biológica de la tradición campera bonaerense; la real, no la literaria culta, con los pioneros del folclore nativo; esa heroica resistencia cultural, que bajo la imposición europeizante de la música ciudadana en la primera ola de la difusión fonográfica y luego radiofónica, casi extinguen las expresiones nativas, en esta zona de mayoría inmigrante.
Vemos a don Eusebio, en ese sentido, y tal vez sin que haya tenido plena conciencia de su gran mérito, como uno de los sostenedores del decaído y despreciado patrimonio criollo, que sobrevivía penosamente en las primeras décadas del siglo pasado y que poco a poco fueron dando la base para el resurgimiento de la música y los bailes nativos, y su auge de los años 40, 50 y 60.
Podemos considerar que en el orden regional, guardando las proporciones, jugó el honroso rol de precursor, a la altura de sus contemporáneos: un don Andrés Chazarreta, un Atahualpa Yupanqui, o un Luis Acosta García, con el que tuvo el honor de actuar juntos.
Tengo un recuerdo personal, donde lo veo, con su conjunto musical amenizando en casa de mis abuelos el casamiento de uno de mis tíos, en mi infancia de costumbres sencillas.
Mas tarde, supe ser huésped en su domicilio hospitalario, en veladas musicales, durante mi adolescencia, por mi amistad con sus hijos y junto con otros chicos aficionados a la guitarra, a los que gradualmente nos traspasaba las nativas tradiciones. Aún me parece oírlo cantar aconsejando:
“hay gente que nos desprecia
y algunos que nos veneran
pero mi pobre cabeza
hoy piensa de esta manera:
que el que nace calavera
no debe andarse guardando
como si fuera un tesoro
¡ni debe ser onza de oro
para que todos lo quieran!”
Muy linda la.pagina me emocionó mucho leer sobre mi bisabuelo Eusebio Freidiaz, muchas gracias