Entrando al pueblo, por la hoy avenida San Martín, estaba la pulpería “la Luz del Día”, de Zubillaga, frente a donde se realizaban los remates ferias. Donde es hoy la plaza 25 de Mayo había un descampado, que servía para acampar los carreros, de los que menciona a don Saturnino García, con tropa de 6 chatas de su propiedad, y otros troperos llamados “los coludos”.
Aproximadamente donde está la estatua de la Libertad había un rancho de chapa, el único de la manzana, que aunque bien no se recuerda, pareció haber pertenecido a una familia de apellido Iranzi (1).
Entre el gauchaje de la época, recordó al “Ñato Coronel”, el “Mulato Parriño” y “el Rubio Patria” que tenía fama de peleador.
Y entre todos estos personajes, una dama, doña Victoria Pereyra, mas conocida por “la Nutria”, que tenía un rancho aproximadamente por donde hoy es la escuela 9 en la calle Moreno.
Transcribió la señorita Blanca Palermo, que le tomó este testimonio para el Centro de Historia:
“Dicha señora, demostrando desde ya señales de coquetería, tenía por afición pintarse debajo de los ojos con colorado y verde, hasta cerca de las mejillas, y arriba de las cejas de color azul (2).
Si bien no viene al caso en la rememoración de don Freidiaz, creemos útil para la historia local estas acotaciones, confrontarlas con datos de otras fuentes que conoce “Chaverías”, a saber:
(1)donde es la plaza principal, no sólo acampaban los carreros, sino que los puesteros de don Juan Elicagaray traían a encerrar las majadas durante la esquila, que se efectuaba en una máquina de esquilar fija, que estaba en el gran galpón, después depósito, de la Cooperativa La Defensa, donde todavía se veían las ruedas y poleas empotradas en la pared. Hoy es el depósito del supermercado C.L.C.
Al rancho de chapa en medio de la plaza, es el único que lo menciona. Siendo todo descampado y a 81 años de distancia, tal vez don Eusebio lo ha confundido con el local de chapa del comercio de David, pues según don Guillermo Moronel, “Chiquito” Iranzi, un vasco de muy elevada estatura, fundador de la tradicional familia tenía su herrería más cerca de las “vizcacheras del Bagual” que después fue “La Argentina” (avenida San Martín).
En cuanto a “los coludos” que menciona, se trata de la famosa tropa de carros “Los coludos de Maldonado”, cuya caballada, a la usanza india, sin tusar, lucía las largas colas enteras, limpias y rasqueteadas.
Venían desde Azul a acarrear la cosecha, de las chacras a la estación y retornaban cargadas con lana al fin de la temporada.
Acampaban en “la laguna del Desmonte” un día antes de comenzar, donde componían y aseaban la caballada y cambiaban el aperaje de trabajo por otro de lujo, lleno de bronces, espejitos y cascabeles.
Luego por el camino real junto a las vías, el 15 de diciembre de cada año, infalibles, entraban desfilando por el pueblo. ¡Todo un acontecimiento! “Llegaron los coludos de Maldonado”, decían los chaveros.
Estos datos los suministró al autor, en 1970, don Juan Costa, de 78 años, nacido en Brandsen que llegó con ellos en 1912. Agregó que formaron su primer sindicato de Troperos y Carreros en 1913, presidido por don José Chaves y secretario Ramón Caminos.
Muy linda la.pagina me emocionó mucho leer sobre mi bisabuelo Eusebio Freidiaz, muchas gracias