-Yo haré, buscaré la forma de evitar el entredicho. A más yo le había dicho Que yo escribía muy mal. -Si usted no sabe escribir que le pongan secretario, o firme, si es necesario, con la impresión digital.-Olvidemos este asunto y volvamos al empleo. Hoy estuve en el Correo Y hablé con el director. Para el miércoles sin falta Va con ochocientos pesos, Viáticos y otros progresos De ayudante contador.-Pero, amigo… -¡Nada, nada! Hay máquinas de escribir, De sumar y dividir, De restar y calcular. Preciso partió diciendo: -Ochocientos, me he salvado. A este hombre Dios lo ha mandado Para proteger mi hogar. » |
Se compró traje, sombrero, Porque sería un desdoro Ir con un traje incoloro ¡un nuevo subcontador!Y cuando volvió creyendo Que estaría el nombramiento, Un nuevo acontecimiento Al hombre le sucedió. -¿el puesto que ya era suyo se lo pidió el Presidente, y a causa de ese incidente el director renunció.Como circulan rumores De intervención inminente A una provincia insurgente Que quiere hacernos cuestión, Don Juan Preciso se apura Para que haga don Promesa El milagro, la proeza De enviarlo en la intervención. |
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El término “Don Preciso” para indicar una persona necesitada debe haber estado en boga en el oeste bonaerense de donde era Don Martín Castro, el payador.
Lo encuentro en una autobiografía de Antonio Coliqueo, en el folleto “Los Toldos… Raíces mapuches” del Dr. Haroldo Coliqueo, que me obsequió autografiado el autor en su visita a Adolfo Gonzales Chaves, donde lo sorprendí dándole la bienvenida en su lengua original.
Esto prueba la difusión de la literatura de cordel o del payador Castro entre los indígenas.
“He nacido en el desierto, en el paraje denominado Malloquean, más o menos en el año 1850. En el 57 fui al lado del coronel Manuel Baigorria, cuando este jefe fundaba el fuerte 3 de Febrero, en la provincia de San Luis.
A principios del 60 fui llevado a Rio IV, provincia de Córdoba, donde aprendí las primeras letras. Allí estuve hasta mediados del 61, año en que mi padre con el coronel Baigorria se vinieron a la provincia de Buenos Aires.
Para relacionar deliberadamente sucesos de tanta trascendencia en el presente y más aún en el porvenir, debiera poseer mejores principios y mayor inteligencia; nunca fui un don preciso, y antes, como ahora, soy siempre un suple faltas.
Sin embargo han sido demasiadas, tantas persecuciones e injusticias que se han cometido conmigo por defender a mis parientes del exterminio y para conservar el pedazo de tierra que, hasta hoy conservamos; luchando contra poderosos que todo lo pueden.”