Para ilustrar el ambiente “democrático” en que nos desenvolvíamos los trabajadores, vean lectores, éste Acta de una Asamblea Extraordinaria que efectuamos los estibadores al comenzar 1961, en que veníamos de huelga del año anterior.

Esquivando la represión del “Conintes”, la iniciamos a las 6 y media, escondidos en el embarcadero de hacienda del ferrocarril (también en huelga).

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Conseguido éste 15%, trabajamos toda la cosecha. Pero al mes siguiente, nos encontramos con este “regalo patronal”:

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Paralelamente de esta lucha, ya en abril comenzó a concretarse la idea de emprender acciones contra la carestía, comenzando por publicar en los medios locales este comunicado:

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Nuestra iniciativa tuvo una repercusión extraordinaria en el ambiente local, y obró como despertador democrático en los círculos políticos locales, generando polémicas, de cuyo eco en la prensa local guardé alguna documentación para conocimiento actual:

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Este comunicado dela U.C.R.I. nos llenó a los estibadores de sorpresa por sus firmantes: su presidente, don Ángel P. Soldavini, era uno de los patrones cerealistas más opuestos a nuestros pedidos de mejoras salariales durante los paros de ese año, y su secretario don Hugo Gariglio, durante la reciente Revolución Libertadora fue el interventor dela C.G.T. local y el sindicato. ¡Qué triunfo moral que apoyaran nuestro reclamo!

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El 9 de abril recibimos esta misiva dela Junta Directiva del Partido Laborista:

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También ésta agrupación política polemiza con la U.C.R.I. en “El Heraldo”:

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El 3 de mayo nos escriben los obreros panaderos:

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La delegación regional de FASA -Federación Argentina de Sindicatos Agrarios-, con sede en Tres Arroyos, envía este comunicado:

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Aunque sumó en su momento, solo fue simbólico: su apoyo se limitó a decirnos que, si abríamos la carnicería, nos mandarían a un amigo o pariente desocupado, muy buen carnicero, pero debíamos –además del sueldo- procurarle la vivienda; y finalizaba la colaboración con el envío de dos recortes deLa Vozdel Pueblo, para que veamos que el malestar también repercutía en esa ciudad.

Vuelve a manifestarse El Heraldo:

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