La carnicería gremial – 1961

La mañana del 3 de julio, antes de abrir el mercado (hoy el Centro Cultural) la cola de compradores llegaba hasta la calle Lavalle.

Con cara amenazante, un viejo matarife (que tiempo después se vio enredado en unos problemas de abigeato) recorría la cola con un mazo de libretas de fiado, y si encontraba a alguno de sus clientes, le exigía la cancelación de la cuenta, o el abandono de la cola. Ante la silbatina del público, abandonó la ridícula intimación y se retiró a su carnicería cercana, acompañado de dos o tres de sus deudores, que como no contaban con efectivo para clausurar, volvieron a su comercio. Además de que los convenció: “¡A ese precio, estos locos se funden a los tres días!”.

Para las 10 de la mañana, se agotaron los dos novillos y los lanares, que se compraban hasta enteros (temiendo que la iniciativa dure poco).

Y pasó la semana, y el mes… y siguió la cosa.

A la segunda semana, los matarifes rebajaron sus precios hasta un poco por encima de los nuestros. Pero salvo un número de personas de clase media, que no querían hacer cola, nuestra clientela masiva siguió apoyando la carnicería y obviando las incomodidades disciplinadamente.

Ocupamos a una cajera,la Sra. María del Carmen Epherra, para aliviar a Carnota, y suministramos a nuestro personal delantales blancos y botas de goma.

Salió un comunicado en “El Heraldo”

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Se nos aumentaron las dificultades: como nuestro carneador dentro del matadero sufría las presiones de los matarifes y capataz municipal, todos los días de carneada íbamos un grupo de estibadores a respaldarlo y ayudarlo a desollar y a cortar a serrucho las medias reses, pues resultó que no podíamos usar la sierra eléctrica, porque estaba contratada de antemano por el Trust.

También sucedió que “Patón” Villar descubrió que en el Matadero se incluía servicio veterinario municipal y potrero para cinco vacas y 10 lanares. Cuando exigimos su uso, resultó que siempre “quedaba una tranquera abierta” y se escapaban las vacas, o se ahogaban las ovejas en la zanja del matadero (siempre de la carnicería gremial). La inspección veterinaria nos decomisó una res vacuna entera. Como nosotros mismos éramos los consumidores, estuvimos de acuerdo con la medida. A la semana, otra; entonces le dijimos al inspector que traeríamos un profesional particular. Media hora después, nos dijo que disculpáramos, que se había confundido con una vaca de otro usuario, que la nuestra era apta para el consumo. No volvimos a tener decomisos.

El antiguo comprador de caballada, don Federico Ghezzi, me facilitó un colorado, “tuerto del lado del lazo”, y con el compañero Almandos, que hizo traer su caballo desde el campo, usando un dato que nos adelantó don Federico –podía haberlo usado en beneficio propio- nos hizo hacer un buen negocio. Nos trasladamos al campo de un viejo colono y después de una gran mateada y conversación, nos vendió a precio irrisorio una majada de 200 ovejas viejas, que quería renovar.

Almandos era muy campero; las revisó y las encontró gordas como capones. Cerramos trato, y las llevamos nosotros mismos a un potrero cerca del pueblo que le arrendábamos a don Lizaso.

Estas ovejas tenían la lana entera, por lo que el compañero José María Lemos nos propuso esquilar los cueros, y vender la lana y los cueros pelados aparte, con lo que obtuvimos un plus extra. Él mismo se encargó de esquilarlas gratis.

También, por los cueros vacunos, del 15 al 31 de julio, por dar un ejemplo, la barraca Moler-Collivignarelli nos pagó en efectivo $11.457; lo que cubría el sueldo de los dos empleados y el carneador, que insumían $10.000 mensuales, y la carne para el consumo. Al carneador se lo bonificaba con el mondongo y parte de las caídas y sebo que nos compraba don Atilio Renzi, “El Mondonguero”.

¡Qué ganancia obtendrían los particulares! La carnicería gremial pagó religiosamente tasas, rentas, impuestos y semovientes; no elaboró chacinados, y no usó la sangre para morcillas.

¡Volvieron a rebajar la carne! ¡Al mismo precio que el nuestro!

Un comentario en “La carnicería gremial – 1961

  1. Buenos dias,hoy 13/06/2016 me lleve una gratisima sorpresa al colocar mi nombre en el geogle(jose maria almandos) igual que mi abuelo al que no conoci ni tengo fotos y al buscar en el buscador aparecio esta noticia de CH’AVERIAS al cual tambien hay una foto……me gustaria saber o tener mas informacion al respecto ya que mi abuela fallecio en el año 1996 y no contaba con fotos……..fotos,datos o lo que fuere en caso de tenerlas les agradezco profundamente me mandaran por mail o les pasaria mi celular….yo actualmente vivo en SAN JUSTO (LA MATANZA) PCIA BS AS………desde ya muchisimas gracias.

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