Yo no he tenido colegio 
Nadie me enseñó a cantar 
Todo lo traje en el alma 
Desde el vientre maternal
Y como los versos míos 
Son de sabor popular 
Entre los con pan, no gustan 
Gustan entre los sin pan. 
Y los que pueden me exigen 
Con alevoso ademán 
Que no piense, que no escriba 
Y haga un silencio verbal 
¿Cómo quiere el que no piensa 
Obligarme a no pensar? 
Él, que es una piedra en bruto 
Puesta para tropezar. 
Y yo he nacido con alas 
Con alas de un libre ideal, 
Él nació para quedarse 
¡Yo nací para volar! 
La tiranía del mundo 
Huye de los pueblos ya 
a grandes pasos tras de ella 
avanza la libertad»  | 
Yo fui como una cartilla 
En la mente popular: 
Las cinco primeras letras 
De la redención social.
He sembrado rebeldías 
De la guitarra al compás 
Como siembran los labriegos 
El trigo de nuestro pan. 
Querer negarle una idea 
A una cabeza normal 
Es querer que una violeta 
Florezca sin perfumar 
Como castigar la estrella 
Que ilumina desde allá 
El reflejo de la luna 
Y el rayo de luz solar. 
Pero hay testas que no tienen 
Luces de la libertad 
Que no brotan las semillas 
Como en la tierra con sal 
Porque la ley les obliga 
A no pensar más allá 
De lo que piensa el gendarme 
Y el caudillo del lugar.  | 
Estimado Osvaldo:
seguramente usted no me conoce, pero desde hace mucho años soy admirador suyo. Recuerdo que siendo alumno de la Escuela N° 9, usted nos brindó una charla, sumamente interesante, sobre las comunidades que preexistían a la conformación del poblado de Adolfo Gonzales Chaves y posteriormente del partido homónimo. Yo seguí mis estudios como docente en historia, y realmente me han fascinado todos los relatos y artículos que ha publicado en este blog. Y debo reconocerle además, que a partir de la lectura de Ch’Averias comencé a tener un profundo interés por el componente criollo que habitaba el sudeste bonaerense, grupo étnico que como usted refirió en el artículo dedicado a las andanzas de Don Eusebio Freidiaz, fue injustamente olvidado y excluido de toda obra conmemorativa que alude a la historia de los partidos bonaerenses.
Espero así, que algún día, cuando regrese a Chaves, y si me lo permite, pueda entablar una conversación con usted para proseguir aprendiendo de sus admirables saberes sobre la historia local.
Un saludo afectuoso,
Pedro Berardi