Una Sociología Matrera

Son estas mis divagaciones, elucubraciones empíricas de un autodidacta, que sabe que todo esto ya fue estudiado, analizado, y hoy puede la juventud, que dispone de la “lámpara de Aladino” de Internet, obtenerlo con sólo hacer “Click”.Y mi papel tal vez sea, como el del viejito ferroviario que todavía acude a la tapera de su vieja estación a la hora del tren, que jamás volverá a pasar.

Pero esto es nostalgia y no le sirve a la juventud si no da la esperanza del futuro.

De todos modos, obrero soy de la memoria, y debo dejar pintado el cuadro de estos orígenes que intento narrar y que ya ha sido tratado por mejores plumas. Les trascribo, porque sé que será difícil de encontrar, esto que fue publicado en un número del “Almanaque del Ministerio de Agricultura” de 1933.

El pueblo de todos

Por Carlos Nicora. Jefe del Servicio de Radio Extensión y Noticias

¿En que pueblo de mi tierra
no hay un boticario hispano
un peluquero italiano
y un “Gran Hotel Comercial”
un catalán, ferretero
un francés que a todos viste
y una plaza sola y triste
que es la “Plaza Principal”
¿En que pueblo, grande o chico
se ve una cuadra cualquiera
sin una casa extranjera
donde varios niños hay
que quieren ser argentinos
y a las madres que protestan
en español le contestan
¡Yo soy criollo, qué caray!
¿Y habrá conocido usted
una triste población
que ahí nomás en la estación
empieza y encuentra el fin
que no tenga calle Mitre
calle Belgrano y Sarmiento
y un callejón polvoriento
el Boulevard San Martín
¿Quién no sabe que el pueblito
creció en esta proporción
un jefe de la estación
y un almacén general
un comisario, un maestro
un párroco, un intendente.
Del Banco, el señor gerente
Y un senador provincial.
¿Y en lo edilicio? La plaza,
la Sociedad Italiana
y la Española, su hermana
(casi digo su rival)
Tienda turca de dos pisos
La calle que se adoquina
Luz eléctrica y usina
Silo y Sociedad Rural »
Y en los “veinte di Setembre”
¿Quién la levita no ha visto
del Cónsul de Italia listo
para en columna marchar.
Y al llegar las romerías
¿Quién ignora los embrollos
que forman “gaitas” y criollos
un pericón al bailar?
¿Y el periodista oriental
Corresponsal de “La Prensa”
Que a cada rato se trenza
Con el caudillo a pelear?
¿Y el Juez de Paz que anda en guerra?
¿Y el francmasón que oye misa?
Y el cura que va de prisa
Al Club Social, a timbear.
Y¿Quién no ha visto algún “yoni”?
Que fuma siempre toscano
Y que se alza un italiano
Con el whisky del ingles
Que un español ceba amargos
Que un alemán come ñoquis
Que un judío pega “soquis”
Y que un vasco dice… “yes”.
¡Eres linda tierra mía
hecha así, en el entrevero
del “Simoun” con el “Pampero”
del castaño y el ombú!
Tierra linda que demuestras
Capacidad de atracción
Poder de asimilación
Ímpetu de juventud

¡Todo descripto! Casi una fotografía. ¡Los buenos tiempos de Irigoyen, Uriburu y Justo!

Pero ni una sola mención a la cara oculta de la luna. ¿Acaso no había en cada pueblo una “Sociedad de Resistencia Obrera”? ¿Y también “el quilombo” donde se degradaba y explotaba a la mujer y se sifilizaba la población?

Y con esto terminamos, y si nos da el cuero, en el próximo Chaverías, la seguimos.

Osvaldo Furlani

 Noviembre  2012