De este canibalismo hablan también las cartas de Guevara y de Villalta, padecedores de aquel hambre. Dice el cronista, donosamente: “el hambre, enemigo mal condicionado, que no se ablanda con halagos, ni ahuyenta con amenazas. – José Guevara.
Pero el hambre salvó del asedio de los indios a la fundación de Mendoza. Perdices, venados, peludos, eran escaso para alimentar a tantos hombres. Y se fueron.
Osvaldo Furlani
22 de agosto, 2006
Articulo de O. Furlani sobre El Centenario de A.G.Chaves,
Muy bueno y deja muy bien reivindicados a los habitantes originarios de nuestros lares.