Centro de Jubilados y Pensionados

Como desarrollaba en ese tiempo una actividad sindical arrolladora pasaba meses ocupado. Había resuelto de antemano almorzar en la intimidad de la familia y no asistir a la fiesta.

Ya sentados a la mesa, llega a casa el secretario de la C.G.T. Chaves, compañero Gregorio Piña a buscarme, diciéndome que como fundador no podía hacer un desaire, que él también era invitado y que estaba don José Magnani que me pedía que fuera.

Aunque ya había almorzado, hago acto de presencia, sentándome junto a Adolfo Gorosito, que era periodista invitado. En eso se para ante mí una señora desconocida, forastera, que después supe era la Sra. Schmidt y comienza a increparme ante mi sorpresa, diciéndome que “ustedes los de la C.G.T. quieren copar a los jubilados, y no saben lo que es sentir el pinchazo de una inyección” y otra serie de cosas que no recuerdo. Sólo atinaba a decirle “Señora, usted me debe haber confundido, yo siempre apoyé a los jubilados.” Me dijo: “no se mande la parte, conocemos muy bien a los zurdos”. Entonces como ninguno de los directivos locales del Centro intervenía, Piña entró en una violenta discusión con Bartolozzi, diciéndole: “vos sos el culpable de haber traído a este milico de Catá y todos sus fachos. Así le pagás a don José Magnani”.

Algunos viejitos comenzaban a desmayarse. Yo que sólo acudí por cortesía, mostraba la invitación especial y preguntaba si me habían invitado para insultarme, y me retiré del lugar.

Pero la descripción de lo sucedido, la da la nota posiblemente autoría de Gorosito, en el diario El Heraldo del día lunes, que transcribo:

Diario El Heraldo

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